El futuro de estabilidad social se hallaba entremezclado entre los recuerdos transfigurados y las sensaciones extrañamente traspuestas que constituían el universo del sueño, pero la revolución era únicamente alcanzable para aquellos que proyectaban desde el inconsciente un espejo a la realidad, configurando una intrincada red de caminos hasta el amanecer.

Inspirado en "Un mundo feliz", de Aldous Huxley